Para Oscar.
¿Tu quoque, [b]rute? -Sí, también.-
Cuando llegué a Macondo ya había recorrido las venas
abiertas de América Latina. Fui llevado a ellas como quien viaja a sus raíces,
a un interior propio. Escuché su aflicción, su clamor que subía y llegaba
lejos. Y así me vi navegando en su corriente…
…Si otros partieron de Macondo para arribar a Cómala, yo
seguí el camino inverso para ocurrirme como aquél andaluz que, justo allí,
comprendió que al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver.
Pero aún no llegaba a Macondo. [Ver artículo completo] (Publicado en La Jornada San Luis el 24/abr/2014)